500 días juntos, titulo con el cual nos llega la primera cinta de Marc Webb, se nos presenta como una comedia romántica que en realidad, podríamos vaticinar, dejara muy descontentos a aquellos que busquen en ella una comedia para reír o una historia de amor idílico para acurrucarse.
Lo que es en realidad es el recorrido de una relación entre dos personajes que encarnan uno (el de Tom) al espectador enamoradizo y dispuesto a fantasear con la mujer de sus sueños y otro el de una mujer real enamorada pero cotidiana que puede responder al romance pero que no se siente un personaje que deba su vida al fin del amor ideal. Así la relación nace como por dos causales para cada personaje, para el de Tom con una señal mística solo por el hecho de coincidir en gustos musicales y para el de ella sin mayores coincidencias que la atracción que llega a sentir. Es esta relación destinada al conflicto de la fantasía y la realidad la que nos traerá a la memoria las preguntas que en la vida real siempre nos hacemos y que olvidamos al digerir una historia de amor cinematográfico.
500 días juntos tiene el atractivo de dar un giro a estas formulas recurrentes, distorsionandola en si misma con los efectismos narrativos empalagosos del genero, enfrentandolos de una forma mas sincera a los conflictos de la relacion, olvidando la premisa del alma gemela, para observar de mas lejos todo el espectro de la aventura que es el amar, cuando el romance como felicidad llega a trasformarse en la infelicidad a través de un romance, gran merito de esta cinta que nos deja con la sensación de que también es parte del romance el sufrir, que el final de una historia de amor también puede ser una decepción, que tambien es bueno ser el perdedor.
500 dias juntos es un refrescante e impactante descanzo de las irreales, aunque divertidas, cintas de romance ligero, una cinta recomendable para aquel quiera recordar la realidad y reirse un poco de ella.
