domingo, 10 de octubre de 2010

Océanos

Océanos nos transporta a la mente del ambientalista, del investigador marino, con el mismo silencio submarino que les envuelve, carente de narraciones explicativas o de la descripción de las especies, acompañado solo por el sonido de los animales, como una imagen virgen, que no se corrompe ni se maquilla, pues Océanos, si bien muestra en toda su magnificencia la vida acuática y subacuatica, solo pretende ser un fiel reflejo de la experiencia de conocer la complejidad de ese mundo escondido en los mares.

Lejos de parecerse a un documental informativo, Océanos se asemeja mas a una pieza de arte expresiva, que busca capturar un sentimiento de maravilloso asombro y respeto, manteniendo la salvaje libertad de sus habitantes intacta, con un archivo de grabaciones que rozan lo increíble y que gracias a su calidad visual se convierten en una experiencia inolvidable.

De la misma forma que Océanos maravilla, también pretende crear conciencia, es decir no a través de discursos, sino de las mas reales y crudas imágenes de atropello contra la vida marina, que sin duda le arrancaran algunas lagrimas.

Las historias se suceden y como documental funciona, pero hay que tenerle paciencia, pues no tiene, por así decirlo, una historia estructurada y se limita a mostrar aquellas sublimes imágenes, una luego de la otra, sin que se aprecie una conexión entre ellas, por lo que la acción se vuelve lenta y luego rápida sin previo aviso y viceversa, la película termina con una conclusión moral, ambientalista y de esperanza, Océanos como película puede ser difícil de digerir, pero como documento de la fauna diversa y rica de nuestros mares, es una cinta que todos debemos ver.

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