domingo, 26 de septiembre de 2010

Departures, una formula detallada para conmover

Departures, la mas reciente pelicula del director nipon Yojiro Takita, que se alzo en el año 2008 con el oscar a mejor pelicula extranjera, ha llegado recientemente a nuestra cartelera, dando un merecido respiro al espectador harto ya de la maquinaria norteamericana de grandes éxitos. La historia nos lleva de la mano de Daigo Kobayashi, violoncelista de una orquesta que se acaba de disolver, que acaba vagando por las calles sin trabajo y sin demasiada esperanza. Por ello decide regresar a su ciudad natal en compañía de su esposa. Allí consigue un empleo como enterrador ceremonial: limpia los cuerpos, los maquillas y viste, ante la mirada de los familiares, que ven en esos cuidados, la ultima muestra de amor que pueden darles.

Takita utiliza la formula de la comedia-drama, harto conocida, pero no por ello menos efectiva cuando se usa con la maestría necesaria para conmover y hacer reír calidamente dirigiendo nuestras miradas a dolores y alegrías mas naturales con los que nos podamos identificar. Estas formulas trabajan de formas variadas dependiendo de la película y de su fondo, como es el caso del cine de Chaplin donde la comedia predomina y las lagrimas fluyen cuando luego de tantas carcajadas, los labios se nos cierran en respeto por el dolor del protagonista, por otro lado en películas como Cinema Paradiso y la mas reciente Big Fish, el drama surge casi siempre de una presencia paternal y del reencuentro de las emociones de amor de entre las confusiones de sus protagonistas, atareados en sus propias vidas adultas, amores de niñez y casi siempre lejanos, inconscientes del aprecio de padres o figuras paternales.

La pelicula podría dar la idea de seguir este esquema, dado que Kobayashi lleva una relación de incomprensión con el padre que le abandono cuando era un niño, pero si analizamos mejor su estructura podemos notar que la emocionalidad del film no recurre a la figura paternal hasta el ultimo momento, mientras que nos presenta pequeñas historias de amor entre las familias y sus muertos. La emocionalidad de Departures se construye en base al cuidado con que se efectúan las ceremonias mortuorias japonesas, artesanales y casi olvidadas, son un reflejo del amor que se encuentra perdido, imposibilitado por la carne que muere, dolido por no poder ir mas allá, se reverencia ante lo ultimo que el amor puede expresar por la persona que no se vera mas.

Takita recuerre a un minucioso trabajo, que podriamos llamar tambien artesanal, de contar con minimo detalle una historia que bien podria durar menos, pero que sumado a ese respeto que se le da tambien a los personajes y sus vidas, se convierte en si misma en una ceremonia para la historia, dilatandola cuidadoso de cada detalle, el como Kobayashi debe aprender a lo largo de la cinta y que nos conduce asi como a los familiares, a sentir amor y respeto por el trabajo de estos hombres. Por estas características, podríamos emparentar a Departures con otra cinta oriental, Derzu Usala, por el modo en que a lo largo del metraje se nos identifica con el trabajo que desempeña el personaje principal, y es a través de ese trabajo que la empatía se genera, nuevamente una imagen partenal surge, pero mas como una mirada respetuosa a la vida, que como una incomprensión familiar.

Departures conbina todos estos elementos para lograr una cinta sumamente emotiva, que no me averguenza decir, entrara en el ranking de las peliculas con las que mas he llorado.

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