domingo, 9 de marzo de 2008

Chungking Express


¿Qué no se ha dicho ya de Chungking Express?, la mitica pelicula que abrio las puertas del occidente a su director, una de las mas frescas de su filmogafria y en la que un joven Wong Kar Wai decidio rodar una rapida rock and roll movie mezclada con el cine policial clasico de Hong Kong de directores como John Woo, una marcada influencia del cine frances de los 60 y los atisbos de lo que luego seria su marca de autoria: la tematica del amor y el olvido.

Como una cumbre de un primer periodo en su cine, Chungking Express se revela como una refrescante pausa en la carrera de Wong kar wai, en el que se puede observar el claro ejemplo de como llevar a cabo ideas de autoria cinefila combinadas con tematica de género. En Chungking Express se parte de estructuras simples como el cine hongkones de gansters y los films de romance para fundirlos con personajes que se contraponen en las dos mitades en las que, Wong kar wai considera, se dividen los amantes.

Como si de una novela moderna de Cervantes se tratara, se nos presentan dos tipos de amantes: un impulsor de pasion y desdicha siempre mirando hacia el futuro sin preocuparse mucho por el presente o el pasado y un soñador esperanzado en mirar hacia el ayer, siempre entre el limite de dejarlo ir o quedarse para siempre en el, lo cual se repite en ocasiones en la filmografia de Wong kar wai, en cintas como Happy Together ó 2046, tomando matices mas dramaticos que los presentados en la aparentemente liviana Chungking Express.

Para inyectarle dinamismo y belleza a su obra Wong kar wai recurre a otro elemento, aparte de la excelente fotografía a cargo de Christopher Doyle, al crear un ritmo narrativo con el que divide la obra en dos: una primera parte de ritmo acelerado, muy propio para su tematica, y una segunda mas lenta, pero igualmente cautivante que su predecesora, como si de un juego se tratara en el las reglas siempre son el amor, pero cuyos jugadores y elementos cambian, las dos narraciones contrastan y sinembargo no se pierde la continuidad, debido a la gran capacidad del director de ocultar en dos partes lo que basicamente es un solo punto de vista.